domingo, 12 de febrero de 2012


Ningún ser humano es perfecto, desde pequeños contamos con miles de defectos, vicios y fallas los que nos hace buscar la perfección desde el momento en que aprendemos a caminar, todos somos diferentes en todos los sentidos, ningún ser viviente nace empaquetado y con un código de barras, de ser así el mundo seria totalmente aburrido, porque todos tropezaríamos con la misma piedra. Los seres humanos somos seres diferentes y libres, especímenes racionales, capaces de dirigir y moldear nuestras conductas. Pero hay algo que nos une, nuestro deseo de encontrar la felicidad... sin importar nuestra edad, condición social, porte o color, todos deseamos ser felices. Admito muchas veces cegarme y buscar esa felicidad, a sabiendas que esa no es la correcta, para mi la que vale es la felicidad de el alma, la que solo se alcanza al hacer feliz a la otra persona, tal como dijo Baden Powell felicidad es amar al otro. Muchas personas son felices, solo que algunos no se dan cuenta. Es así como algunos viven con este tesoro y otros lo buscan eternamente. Hoy puedo afirmar que me siento feliz, tengo amigos para querer, y puedo confiar en ellos… ese es mi tesoro. Espero siempre tener una sonrisa en los labios. Ojala no la olvide con el tiempo.

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